En una carta dirigida a Donald Trump el general afirma que hubo “políticas deliberadas coordinadas por el régimen venezolano contra EE.UU.” y asegura que lo confiesa todo para “expiar” sus “pecados” y para que “EE.UU. pueda protegerse de los peligros que presencié durante tantos años”.

Transparencia Venezuela, 5 de diciembre de 2025. El tráfico de drogas y las bandas criminales como el Tren de Aragua serían armas que el Gobierno venezolano habría utilizado para atacar a Estados Unidos. Así lo denunció el general (r) Hugo Carvajal, quien admitió haber presenciado el desarrollo de esta estrategia durante la administración del fallecido presidente Hugo Chávez, en una misiva que envió desde la cárcel donde espera su condena, tras declararse culpable de narcotráfico y narcoterrorismo en junio pasado ante una corte federal de Nueva York.

“Las drogas que llegaron a sus ciudades por nuevas rutas no fueron producto de la corrupción ni obra de narcotraficantes independientes; fueron políticas deliberadas coordinadas por el régimen venezolano contra EE.UU.”, afirmó el jefe de la inteligencia militar y exdiputado a la Asamblea Nacional en una carta que le envió al presidente Donald Trump.

Carvajal agregó en su carta que el uso del narcotráfico como arma fue sugerido por “el régimen cubano” y respaldado por la guerrilla colombiana y grupos terroristas como Hezbolá. Denunció que las autoridades chavistas han reclutado a criminales no solo para atacar a la disidencia interna y mantenerse en el poder, sino también para exportar “la criminalidad y el caos al extranjero, con el fin de hostigar a los exiliados políticos y reducir artificialmente las estadísticas de delincuencia”.

Otra jugada más

El momento escogido por “El Pollo” para enviar su misiva es llamativo. ¿La razón? Hace solo unas semanas sus abogados objetaron ciertas “afirmaciones fácticas” contenidas en un informe previo a que se conociera su sentencia. Una maniobra que obligó a la Fiscalía a solicitar el aplazamiento de la decisión hasta principios de 2026. Según la defensa de Carvajal, los cálculos sobre las penas y agravantes que no se corresponderían con los hechos admitidos, se lee en un documento firmado por el fiscal del Distrito Sur de Nueva York, Jay Clayton.

La responsabilidad atribuida por un cargamento de 450 kilogramos de cocaína, los aumentos de las penas por posesión de armas, uso de violencia y utilización de aeronaves para traficar narcóticos; y el señalamiento de ser líder de una organización criminal son algunas de las ocho objeciones que formularon los abogados del militar detenido.

Ante los reparos de los abogados de Carvajal, el fiscal Clayton solicitó al juez Alvin K. Hellerstein que convocara una audiencia Fatico. ¿Qué es una audiencia Fatico? Es un procedimiento donde un tribunal revisa los argumentos y las pruebas de la defensa y la fiscalía sobre un caso, antes de dictar una sentencia. Esta figura fue establecida en 1979 y no implica la reapertura de un juicio ni participan jurados, según explica en Legal Clarity, un sitio web especializado en temas jurídicos de Estados Unidos.

Como resultado de esta audiencia un juez puede reducir las penas del acusado si se considera que su colaboración con las autoridades ha sido “sustancial”.

Una pieza clave

La justicia de Estados Unidos considera que Hugo Carvajal, junto a otros funcionarios civiles y militares, actuó como “líder y administrador” del Cártel de Los Soles y aprovechó su posición en puestos claves para “corromper las instituciones legítimas de Venezuela —incluyendo sectores del Ejército, el aparato de inteligencia, el poder legislativo y el judicial— para facilitar la importación de toneladas de cocaína”, afirmó el Departamento de Justicia de Estados Unidos.

En su carta, el general afirma que hace estas confesiones para “expiar mis pecados” y para que “EE.UU. pueda protegerse de los peligros que presencié durante tantos años”.

En los últimos meses, Washington ha redoblado sus acusaciones contra las autoridades venezolanas por sus presuntos nexos con el narcotráfico y ha puesto en marcha una gran operación militar en el Caribe con la cual ha destruido más de una veintena de presuntas narcolanchas.